lunes, 4 de julio de 2016

Siete preguntas y respuestas sobre el cuidado de nuestra piel en verano

El verano es una de las épocas del año en que nuestra piel es castigada por un mayor número de factores externos, empezando por una excesiva exposición al sol y una escasa o equivocada protección en algunos casos. Hoy revisamos qué debemos hacer, cómo, y cuáles serían los productos imprescindibles durante nuestras vacaciones en la playa, la montaña o las largas jornadas de piscina.


¿Cuáles son las precauciones que debemos tomar antes de exponernos al sol?
Debemos aplicar el protector solar al menos treinta minutos antes, una cantidad generosa y siempre sobre la piel seca y limpia. Es importante que no haya restos de perfume o desodorantes sobre la misma, ya que pueden causarnos manchas. Hay que renovar su aplicación cada dos horas y después de tomar un baño, además de evitar las horas centrales del día y utilizar elementos de protección adicional como ropa protectora adecuada,  gafas, sombrilla, etc.

¿Qué productos se recomiendan como los más indicados para protegernos antes y después?
Es muy importante preparar la piel para broncearnos bien y conservar el tono durante más tiempo. Realizar un peeling suave para exfoliarla de manera regular e hidratarse bien, es esencial para conseguir el objetivo deseado. Nuestros productos de cuidado nos aportan tanto anti-oxidantes como vitaminas, hidratantes como urea, jojoba, ácido hialurónico, etc. con los que contribuiremos a frenar el envejecimiento de la piel y mantenerla en un estado óptimo. Y por supuesto, usa siempre nuestro protector solar incluso en los días nublados.

¿Qué tipo de desórdenes pigmentarios podríamos sufrir de no utilizarlos?
Las manchas en la piel son el resultado de un acumulo de melanina, pigmento producido por unas células que se encuentran en nuestra epidermis y que son responsables de dar coloración a nuestra piel, cabello y ojos, por tanto, nos ayuda a protegernos de los rayos solares y al exponernos al sol, los melanocitos segregan más melanina. A pesar de usar foto-protectores, estos no nos protegen un 100% de las radiaciones UV, y siempre puede haber una estimulación en la producción de melanina, acentuándose las manchas. Por eso además de aplicar un buen protector solar, debemos tener en cuenta otras cuestiones como evitar la exposición en horas centrales del día y el uso de ropa protectora (gorros, camiseta, sobrillas...) para así minimizar los efectos nocivos del sol sobre nuestra piel.

¿Cuánto tiempo al día  podemos estar expuestos al sol sin correr riesgos?
El sol es necesario para nuestro organismo, nos permite sintetizar vitamina D y nos ayuda a liberar endorfinas, pero siempre debemos tomarlo con protección y precaución. El tiempo de exposición adecuado dependerá mucho del lugar donde nos encontremos,  no es lo mismo tomar el sol en Londres que en el Caribe, ya que según la latitud donde estemos la incidencia del rayo solar será más directa e intensa. Influyen también otros factores con la estación del año, la altitud y el medio en que nos encontremos: arena, césped, agua, nieve, etc… ya que la refracción de la luz varía.

¿Qué capacidad de ponerse morena tiene nuestra piel? ¿Qué influencia tiene la alimentación en este sentido?
Nuestra capacidad para broncearnos viene dada por el fototipo de nuestra piel, que está determinado por las características de la pigmentación de la piel, ojos, cabellos y la facilidad para broncear. Una dieta adecuada rica en frutas y verduras (zanahorias, calabaza, papaya, mango, tomates),  puede ser nuestra gran aliada a la hora de conseguir un buen bronceado, estos alimentos son ricos en betacarotenos, anti-oxidantes y ácidos grasos que nos ayudan a potenciar la pigmentación, activar nuestra melanina y nutrir la piel.
El sudor también nos afecta en verano, al igual que el cloro de las piscinas. ¿Algún consejo antes de aplicarnos nuestra crema habitual?
Es muy importante, después de la ducha, aplicarse una crema que nos aporte una buena hidratación y que contenga agentes calmantes y nutritivos para la piel tanto en facial como corporal para así reforzar la función de la piel como barrera. En facial, además debemos limpiar diariamente la piel antes de aplicar una crema o serum de tratamiento adecuado a nuestras necesidades. Con la limpieza retiramos las impurezas, contrarrestamos el efecto de los radicales libres e incrementamos la absorción de los productos de cuidado posteriores.

¿Qué hacemos con las manchas de la piel que se vuelven más blancas cuando nos bronceamos?
Con el paso de los años, la piel pierde su pigmentación, debido a una disminución en el número de los melanocitos, las células especializadas en la producción de melanina que son las responsables de la coloración de la piel, los ojos y el cabello y tiene como principal función bloquear los rayos ultravioleta del sol. Así, igual que el pelo pierde su pigmento y se vuelve gris o blanco, a la piel le sucedería lo mismo. Ante la aparición de estas manchas, lo mejor es consultar con el médico o dermatólogo para que haga el diagnóstico diferencial de otras enfermedades dermatológicas como el vitíligo, la pitiriasis alba o la tiña versicolor. La mejor manera de evitarlas es usar el protector de manera correcta, y no abusar de un bronceado excesivamente intenso que provocaría la aparición de contrastes.


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