Tras el largo y frío invierno, la primavera se presenta como una
explosión de luz, con el sol inundando las calles y temperaturas más cálidas,
con paisajes cuajados de flores. Sin embargo, no a todos nos sienta igual de
bien este cambio de estación. El mes de marzo también marca el comienzo de
algunas afecciones como las alergias y la astenia, que nos impiden disfrutar de
la primavera como ésta se merece. La continua sensación de cansancio, el sueño,
la falta de apetito, la irritabilidad y la apatía son algunos de los síntomas
que mejor la definen, un trastorno pasajero pero muy molesto que es posible
combatir con unos hábitos saludables: dormir al menos ocho horas, hacer ejercicio
y mantenernos hidratados, además de llevar una alimentación adecuada.
Frutas, verduras, legumbres y frutos secos
Las frutas y verduras ayudan a reducir la sensación de pesadez,
aportan frescura e hidratación y gracias a su alto contenido en vitaminas y antioxidantes
permiten el correcto funcionamiento del organismo. Lo ideal es consumir las
propias de la temporada ya sea en ensalada, al vapor, asadas o en forma de
cremas y purés. Esta última quizá sea la forma más cómoda y versátil de
consumir verduras y legumbres ya que admiten incontables ingredientes, pueden
consumirse frías o calientes y armonizan a la perfección con otro de los
imprescindibles en la dieta antiastenia: los frutos secos.
Algunas de las más adecuadas para consumir durante estos meses
son la crema de setas, la de remolacha o las que incluyen verduras de temporada
como los espárragos, o las de hoja verde
como las acelgas o las espinacas.
§ La crema de setas
es ideal ya que éstas cuentan con importantes cualidades depurativas por su
elevado contenido en fibra y son muy nutritivas. Además tienen pocas calorías y
un gran poder saciante. Suelen prepararse con un toque lácteo –en forma de
nata, leche, yogur o queso- que aporta
las proteínas necesarias para la formación y regeneración de los tejidos, es
decir, son las encargadas de reponer todas las células que se dañan durante el
día. Por si esto fuera poco, nos proporciona calcio, un elemento que permite controlar la irritabilidad
nerviosa.
§ La crema de remolacha
por su parte, además de ser deliciosa y muy atractiva para la vista, es una de
las hortalizas más ricas en azúcar. Sin embargo, y aunque parezca un
contrasentido, es una extraordinaria reguladora de los niveles glucémicos, una
buena fuente de fibra y
un potenciador natural de las defensas del organismo gracias a su contenido en
ácido fólico.
§ La crema de espárragos
es otro de los grandes imprescindibles de temporada. Los espárragos trigueros, gracias
a su gran contenido en fibra, no sólo son excelente depurativos, sino que
ayudarán a regular el apetito. Además son ricos en vitaminas antioxidantes como
la C y la E.
¡Una crema al día, de la astenia te libraría…!
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