Mi segunda
semana en la fase 6 ha venido rodeada de compromisos gastronómicos tan
apetecibles, tras estos meses estrictos de dieta, que no he podido ni he
querido renunciar a ellos
Lo cierto es
que verme estabilizada en el peso que quiero y saber que tengo determinado un
protocolo de compensación con la dieta woet, me animó a romper con la
disciplina.
Al final de
la semana, tras sustituir dos almuerzos por dos productos Woët durante 1 o 2
días posteriores al evento, mi peso no ha variado, he conseguido mantenerme y
estoy encantada al comprobar que es posible, de vez en cuando, darse un
capricho sin estropear todo el esfuerzo realizado.
Además, estos
últimos días he compaginado el equilibrio Woët con las premisas básicas de la Ritmonutrición
y estoy muy satisfecha con el resultado.
Cada vez son
más los expertos que recomiendan una dieta sana adaptada a nuestros ritmos
biológicos.
La
Ritmonutrición (o crononutrición)
consiste en aplicar al campo de la nutrición los conocimientos de la
cronobiología, rama de la biología que estudia los ritmos según los cuales
funcionan los seres vivos.
Los ritmos
son controlados por los llamados “relojes biológicos” que tenemos.
En el hombre,
estos relojes biológicos están calibrados alrededor de las 24h del día (ritmo
circadiano) y son reajustados cada día por los sincronizadores externos
(alternancia día/noche o trabajo/reposo, vida social etc.). Nuestras células
tienen noción del momento del día en que nos encontramos.
Su actividad
diaria tiene dos fases:
• De las 5h a
las 17h: generan la energía necesaria para las múltiples actividades que nos
ocupan durante el día.
• De las 17h
a las 5h: se dedican sobre todo a la reparación y la regeneración para estar
listas para el día siguiente.
Según nuestro
ritmo biológico existen pautas de nutrición:
• Hay que
tomar los alimentos en el momento de máxima eficacia según los ritmos diarios.
• Hay que
respetar el ritmo de 4 a 5 comidas diarias con horarios fijos para evitar los
trastornos del comportamiento alimentario (sensación de hambre, picoteo,
adicciones, etc.). Desayuno y merienda son las más importantes.
• Hay que
prestar atención a las interacciones alimentarias para optimizar la absorción
de los nutrientes que ingerimos (hierro y calcio, hierro y vitamina C, etc.).
• Los ácidos
grasos saturados deben tomarse por la mañana, para cubrir las necesidades
energéticas del día.
• Los ácidos
grasos poliinsaturados Omega 3 por la noche, por su papel en la reconstrucción
de las membranas celulares.
Los
neuromediadores (como la dopamina, la noradrenalina, la serotonina o la
melatonina) juegan un papel primordial en la regulación de muchos parámetros de
nuestro organismo como el humor, el bienestar, los comportamientos
alimentarios, el sueño, etc.
Estos
transmisores químicos requieren un aporte de precursores: el triptófano y la
tirosina (que permiten sintetizarlos), y obedecen a un ritmo biológico preciso:
• Por la mañana y al mediodía es necesario un
aporte de tirosina, que permite la síntesis de dopamina y noradrenalina.
Estas dos catecolaminas favorecen la activación física e intelectual, una buena
motivación, así como una capacidad de reacción frente al estrés recurrente.
Durante la
mañana se necesita mente ágil y despierta, al igual que energía rápida que
aportan los hidratos de carbono (pastas, cereales, legumbres etc.)
Por eso, es
muy importante los hidratos de carbono tomarlos por la mañana, principalmente
en el desayuno. También las proteínas animales deben ser ingeridas por la
mañana y a mediodía (para activar los precursores de la tirosina).
• Por la tarde y la noche se requiere un
aporte de triptófano, que a su vez permite la síntesis de
serotonina y melatonina. Estas dos indolaminas favorecen la serenidad, la
relajación, la tolerancia a las frustraciones, la disminución de las tendencias
compulsivas, la preparación al sueño, etc.
Los lípidos
(Omega 3 y 6 que contienen pescados o frutos secos entre otros), deben ser
ingeridos por la tarde para asegurar un aporte de triptófano
Algunos de
los productos Woët, como los toplets de chocolate y capuccino (batidos
preparados para llevar) o las barritas (de chocolate crunch, coco crunch, limón
crunch y manzana) aportan esta dosis necesaria de triptófano.
limón crunch
chocolate crunch
manzana crunch
Por todos los
beneficios que os he comentado anteriormente, yo suelo reservarlos para las
meriendas. Calman la ansiedad y además, están riquísimos.
Como veis,
este método se basa en darle al
organismo lo que más le conviene en cada momento del día y es compatible con
mis pautas y protocolo woet.
Cada semana
os recuerdo que, si eres lectora de “Me lo dijo Fani” la clínica Francesa Dray
de Madrid te regala la primera consulta de diagnóstico. Solamente tendrás que
abonar los productos y visitas de seguimiento.
Clínicas Dray
MADRID
C/ Ortega y Gasset, 17 Esc B, 5ºD
28006 Madrid
Tel: 91 576 01 64 / 680 948 272
cf@doctorsimondray.com
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Tel: 91 576 01 64 / 680 948 272
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La próxima
semana vuelvo para comentaros mi visita a la Dra. Martín y sus recomendaciones.
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¡Feliz lunes!
1 comentario:
Está bien saber estas cosillas! besos
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