Nos
descuidamos precisamente cuando más necesitamos protegernos tanto por fuera
como por dentro. La exposición a los agentes externos, no sólo el sol,
sino el viento y los cambios bruscos de clima, así como de alimentación a causa
de los viajes perjudican nuestro equilibrio celular, contribuyendo al
trabajo de los radicales libres.
El
trabajo de estas moléculas inestables “enemigas” de la juventud se deja ver en nuestra
piel y en el cabello, especialmente perjudicados durante los meses de verano.
Más
de allá de tratamientos de belleza específicos para recuperarlos, podemos incorporar
a nuestra dieta una serie de alimentos “antiage”.estos productos deben incorporarse
siempre a una dieta sana y equilibrada que asegure el aporte de todos los
grupos de alimentos en las proporciones adecuadas.
Se
trata de “alimentos antienvejecimiento”, sobre todo debido a que
contienen gran cantidad de antioxidantes como las vitaminas A, C y E, y
oligoelementos como el selenio y el zinc, toma nota de la siguiente
lista:
Yogur: El suero
lácteo estimula de forma natural la producción de colágeno e hidrata la piel.
Además, es rico en calcio y contribuye a la prevención de la osteoporosis.
Contiene
bacterias beneficiosas que promueven también la salud del sistema digestivo y
el sistema inmunológico.
Chocolate: Nuestra
eterna tentación , el cacao, posee un buen nivel de minerales, vitaminas y
fibra. Aporta gran cantidad de antioxidantes (flavonoides) que evitan la
oxidación de las células. Nos ayuda a mantener la piel joven y suave, a
la vez que aporta elastina y proteínas que fortalecen el colágeno de la piel.
Más
beneficios nos aporta la manteca de cacao, que nutre e hidrata la piel.
Se
conocen, por otro lado, sus efectos antidepresivos, puesto que contribuye a
mejorar el estado de ánimo ,al inducir a la producción en el cerebro de
triptófano, vinculado a la serotonina, que es la encargada de la sensación de
felicidad y tranquilidad.
Estimula
el sistema nervioso, ya que contiene teobromina, que combate la fatiga mental y
favorece el rendimiento intelectual.
Todo
ello, siempre, con un consumo moderado.
Coco: Uno de los
alimentos de moda, con una completa gama de minerales y oligoelementos y antioxidantes
como la vitamina E, buenos para combatir las arrugas.
Entre
sus aplicaciones tópicas podemos destacar la mejora de las estrías.
No
conviene, sin embargo, abusar de él en su presentación como aceite puesto que contiene
grasas insaturadas y su contenido es de alto valor calórico.
Soja:
Sus propiedades regeneradoras de la piel se aprovechan también en la
elaboración de cosméticos.
Contiene
antioxidantes como las isoflavonas, eficaces en paliar las molestias y alteraciones
orgánicas de la menopausia, así como efectos beneficiosos sobre todos los
organismos y a cualquier edad.
Las
isoflavones son sustancias de protección cardiovascular, protección cerebral e
incluso control de los procesos inflamatorios y degenerativos de la próstata
(recomendado también para hombres).
Té
verde:
El rey de los polifenoles, unos antioxidantes que combaten los radicales libres
y retrasan el envejecimiento de la piel y propiedades antiinflamatorias.
Diurético,
combate la retención de líquidos (tratamientos anticelulíticos).
Puede
utilizarse como tónico debido a sus propiedades astringentes, que limpian la piel
y eliminan las impurezas.
Reduce
la absorción de grasas en el intestino, lo que ayuda en las dietas de
adelgazamiento.
Su
composición incluye teína, una sustancia parecida a la cafeína, que
activa la circulación de la sangre y que contrae los vasos sanguíneos,
mejorando las ojeras,(al aplicarnos algodones empapados en infusión de té
verde durante 10 minutos).
Granada: Es una
fruta rica en polifenoles, tiene un alto poder antioxidante y propiedades
antisépticas y antiinflamatorias que hacen que mejore la piel.
Rica
en potasio, magnesio, fósforo y hierro y en vitaminas como la C, B1, B2 y
Niacina, resulta un alimento antienvejecimiento y mejora la salud
cardiovascular, a la vez que evita la retención de líquidos.
El
aceite de la semilla de la granada protege de las radiaciones solares tipo UVB.
Miel: La miel es
hidratante y mezclada con azúcar puede utilizarse como exfoliante de la piel.
Se emplea mucho en el cuidado del cabello porque le aporta brillo y
elasticidad.
Tiene
propiedades antiinflamatorias, desinfectantes, y antibióticas.
El
80 % está compuesta por un azúcar denominado fructosa. Una cucharadita de miel
aporta unas 15 kcal. No se debe abusar porque es un azúcar de absorción rápida
y puede dar lugar a celulitis.
Aguacate: Como el
resto de alimentos mencionados, está incluido en el de alimentos
“antienvejecimiento”. De alto contenido en vitamina E, proporciona una piel y
un pelo brillantes;
También
contiene potasio, lo que hace que sea un alimento diurético, y un dato a
tener en cuenta es que es bajo en hidratos de carbono (sólo aporta 2 gr
de hidratos de carbono por cada 100 gr).
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