El verano es una de las épocas del año en que
nuestra piel es castigada por un mayor número de factores externos, empezando
por una excesiva exposición al sol y una escasa o equivocada protección en
algunos casos. Hoy revisamos qué debemos hacer, cómo, y cuáles serían los
productos imprescindibles durante nuestras vacaciones en la playa, la montaña o
las largas jornadas de piscina.
¿Cuáles son las precauciones que debemos tomar
antes de exponernos al sol?
Debemos
aplicar el protector solar al menos treinta minutos antes, una cantidad
generosa y siempre sobre la piel seca y limpia. Es importante que no haya
restos de perfume o desodorantes sobre la misma, ya que pueden causarnos
manchas. Hay que renovar su aplicación cada dos horas y después de tomar un
baño, además de evitar las horas centrales del día y utilizar elementos de
protección adicional como ropa protectora adecuada, gafas, sombrilla, etc.
¿Qué productos se recomiendan como los más
indicados para protegernos antes y después?
Es muy importante preparar la piel para broncearnos bien y
conservar el tono durante más tiempo. Realizar un peeling suave para exfoliarla
de manera regular e hidratarse bien, es esencial para conseguir el objetivo
deseado. Nuestros productos de cuidado nos aportan tanto anti-oxidantes como
vitaminas, hidratantes como urea, jojoba, ácido hialurónico, etc. con los que
contribuiremos a frenar el envejecimiento de la piel y mantenerla en un estado
óptimo. Y por supuesto, usa siempre nuestro protector solar incluso en los días
nublados.
¿Qué tipo de desórdenes pigmentarios podríamos
sufrir de no utilizarlos?
Las manchas en la piel son el
resultado de un acumulo de melanina, pigmento producido por unas células que se
encuentran en nuestra epidermis y que son responsables de dar coloración a
nuestra piel, cabello y ojos, por tanto, nos ayuda a protegernos de los rayos
solares y al exponernos al sol, los melanocitos segregan más melanina. A pesar de usar foto-protectores, estos no nos protegen un
100% de las radiaciones UV, y siempre puede haber una estimulación en la
producción de melanina, acentuándose las manchas. Por eso además de aplicar un
buen protector solar, debemos tener en cuenta otras cuestiones como evitar la
exposición en horas centrales del día y el uso de ropa protectora (gorros,
camiseta, sobrillas...) para así minimizar los efectos nocivos del sol sobre
nuestra piel.
¿Cuánto
tiempo al día podemos estar expuestos al
sol sin correr riesgos?
El sol es necesario para nuestro organismo, nos permite
sintetizar vitamina D y nos ayuda a liberar endorfinas, pero siempre debemos
tomarlo con protección y precaución. El tiempo de exposición adecuado dependerá
mucho del lugar donde nos encontremos,
no es lo mismo tomar el sol en Londres que en el Caribe, ya que según la
latitud donde estemos la incidencia del rayo solar será más directa e intensa.
Influyen también otros factores con la estación del año, la altitud y el medio
en que nos encontremos: arena, césped, agua, nieve, etc… ya que la refracción
de la luz varía.
¿Qué
capacidad de ponerse morena tiene nuestra piel? ¿Qué influencia tiene la
alimentación en este sentido?
Nuestra
capacidad para broncearnos viene dada por el fototipo de nuestra piel, que está
determinado por las características de la pigmentación de la piel, ojos,
cabellos y la facilidad para broncear. Una dieta adecuada rica en frutas y
verduras (zanahorias, calabaza, papaya, mango, tomates), puede ser nuestra gran aliada a la hora de
conseguir un buen bronceado, estos alimentos son ricos en betacarotenos,
anti-oxidantes y ácidos grasos que nos ayudan a potenciar la pigmentación,
activar nuestra melanina y nutrir la piel.
El sudor también nos
afecta en verano, al igual que el cloro de las piscinas. ¿Algún consejo antes
de aplicarnos nuestra crema habitual?
Es muy importante, después de
la ducha, aplicarse una crema que nos aporte una buena hidratación y que
contenga agentes calmantes y nutritivos para la piel tanto en facial como
corporal para así reforzar la función de la piel como barrera. En facial,
además debemos limpiar diariamente la piel antes de aplicar una crema o serum
de tratamiento adecuado a nuestras necesidades. Con la limpieza retiramos las
impurezas, contrarrestamos el efecto de los radicales libres e incrementamos la
absorción de los productos de cuidado posteriores.
¿Qué hacemos con las
manchas de la piel que se vuelven más blancas cuando nos bronceamos?
Con el paso de los años, la
piel pierde su pigmentación, debido a una disminución en el número de los
melanocitos, las células especializadas en la producción de melanina que son
las responsables de la coloración de la piel, los ojos y el cabello y tiene
como principal función bloquear los rayos ultravioleta del sol. Así, igual que el
pelo pierde su pigmento y se vuelve gris o blanco, a la piel le sucedería lo
mismo. Ante la aparición de estas manchas, lo mejor es consultar con el médico
o dermatólogo para que haga el diagnóstico diferencial de otras enfermedades
dermatológicas como el vitíligo, la pitiriasis alba o la tiña versicolor. La
mejor manera de evitarlas es usar el protector de manera correcta, y no abusar
de un bronceado excesivamente intenso que provocaría la aparición de
contrastes.
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